El Pulso, El acento y El compás

Hola visitantes de mi violín molto appassionato ¿Como están?

El Pulso, El acento y El compás

Es importante tener claridad de estos términos, ya que la música más que sonidos y silencios esta compuesta por un pulso, acento y compás.

El pulso es una especie de latido uniforme y constante que ocurre a una velocidad determinada. Este elemento por lo general es regular aunque también hay obras con pulso irregular. Asimismo puede acelerarse o retardarse, es decir, puede variar a lo largo de una pieza musical en función de los cambios de tempo de la misma. El pulso, para que nos resulte más fácil de comprender, es cuando escuchamos una canción y la empezamos a marcar con palmas o con el pie; ese tac tac no es otra cosa que el pulso.

El acento es donde recae el diferente peso del pulso de la obra musical. Es decir, es la parte donde suena más fuerte, al igual que las palabras, en la música, se observan los acentos. Primero localizamos el Pulso y después, notamos que una de esas pulsaciones suena más fuerte: este es el acento y como decía anteriormente, así como ocurre en el lenguaje que ciertas frases, palabras o sílabas deben decirse o escribirse de una determinada manera para expresar diferentes sentidos; en la música determinadas notas en la frase musical deben enfatizarse para lograr ciertos efectos, según se disponga en la pieza musical.

El compás se deriva de encontrar el acento. Cuando ya lo tenemos.  vemos cuantos pulsos hay entre acento y acento, y esto nos indica el compás en el que esta la pieza musical. Los compases se pueden clasificar atendiendo a diferentes criterios. En función del número de tiempos que los forman surgen los compases binarios, ternarios y cuaternarios. Por otra parte, en función de la subdivisión binaria o ternaria de cada pulso aparecen los compases simples (o compases de subdivisión binaria) en contraposición a los compases compuestos (o compases de subdivisión ternaria).

La representación gráfica el compás se hace mediante la indicación de compás, que es una convención que se emplea en la notación musical occidental para especificar cuántos pulsos hay en cada compás y qué figura musical define un pulso. En las partituras los compases se sitúan al principio del pentagrama de la obra, o bien tras una doble barra que indica un cambio de compás. La división en compases se representa mediante unas líneas verticales, llamadas líneas divisorias (o barras de compás), que se colocan perpendicularmente a las líneas del pentagrama. 

En la siguiente entrada ahondaremos más en este interesante y útil tema.

y para terminar esta entrada les dejo una gran interpretación por uno de mis violinistas favoritos yehudi menuhin, con una técnica impecable y un virtuosismo innegable, aquí esta "Hungarian Dance No 5" de Brahms por Menuhin que lo disfruten:

hasta una próxima ocasión...